Los exámenes más fáciles (Plan 33)

 


En la preparatoria abierta, hay entre seis y siete materias que pueden aprobarse con relativa facilidad, en algunos casos incluso sin estudiar demasiado. Un ejemplo son las asignaturas de historia. Para quienes están comenzando, una buena estrategia es elegir como primera materia para examen Textos Científicos. Esto permite no solo familiarizarse con el contenido, sino también conocer la sede del examen, los procedimientos administrativos y las estrategias más efectivas para responder las pruebas. Las demás materias fáciles pueden reservarse para el final o combinarse estratégicamente con aquellas de mayor dificultad.

Muchas personas suelen dejar Matemáticas e Inglés para el final, lo que, en general (aunque no es una regla), tiende a dificultar su progreso académico. Es comparable a un maratonista que intentara competir en una carrera de 400 metros planos inmediatamente después de haber corrido una prueba de 42,195 kilómetros: un esfuerzo mal planeado. Aunque todo depende de la personalidad de cada estudiante y de los recursos disponibles para preparar los exámenes, las materias más sencillas, en orden de menor a mayor dificultad, parecen ser las siguientes:

  1. Textos Científicos
  2. Historia de México: Siglo XX
  3. Historia Mundial Contemporánea
  4. Textos Políticos y Sociales I
  5. Textos Políticos y Sociales II
  6. Historia Moderna de Occidente
  7. Textos Filosóficos I

La facilidad de estas asignaturas radica en que, en su mayoría, las preguntas exigen únicamente identificar información. Por lo general, no requieren razonar profundamente ni realizar ejercicios de habilidad. Además, los temas están claramente delimitados: en Historia de México, por ejemplo, las preguntas se centran en eventos ampliamente conocidos desde la educación básica. En contraste, en materias como Matemáticas, Inglés o Textos Literarios, pueden formularse preguntas que a veces resultan desafiantes incluso para personas con estudios avanzados (aunque esto pueda ser una ligera exageración).

Estas materias son ideales para ser presentadas juntas bajo la modalidad de exámenes extemporáneos, de modo que, en una sola semana, se pueda cubrir lo que un estudiante del sistema escolarizado abordaría en al menos un semestre.